Formulación y nomenclatura
La nomenclatura química tiene como objetivo describir las sustancias químicas mediante nombres y fórmulas que permitan identificarlas sin ambigüedad, facilitando así la comunicación científica.
Desde los primeros tiempos, los alquimistas fueron dando nombres a los elementos y compuestos químicos y les asignaron un símbolo, que con fecuencia evocaba aspectos de la naturaleza de las sustancias ( aceite de vitriolo, agua fuerte,... ).
A mediados del siglo XVIII, la química se desarrollaba y los nombres y símbolos de las sustancias químicas, a menudo relacionados con la mitología, no facilitaban la comunicación entre los químicos, debido al lenguaje críptico y al oscuro simbolismo que utilizaban. En 1787, basada en las ideas de Guyton de Morveau y firmada por los químicos más importantes de la época (Lavoisier, Fourcroy, Berthollet y él mismo), se publicó la obra, Méthode de nomenclature chimique, que fue el inicio de una nomenclatura sistemática.
A principios del siglo XIX, J.Berzelius introdujo una nueva nomenclatura, ya con fórmulas muy parecidas a las actuales.
En el siglo XX, La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (International Union of Pure and Applied Chemistry), IUPAC, a través de sus comisiones para la nomenclatura inorgánica, orgánica y bioquímica, ha sido la encargada de dar las normas para la nomenclatura y formulación de las sustancias químicas. Las últimas, hasta el momento, se publicaron en 2005 (en 2007 la versión en español).
Imagen 1. Méthode
de nomenclature chimique, dominio público |